El cliente contaba con toda la estructura de su contenido programado en la plataforma de la academia, pero carecía de la identidad visual de toda la empresa. El reto era tener una marca que conectara con su público objetivo que es principalmente femenino. Además, existía la premura de un resultado en menos de 72 horas.
Con el tiempo en contra comenzamos con la investigación del mercado, paletas de colores, elementos identificatorios, competencia y más. Llegamos a la conclusión que un símbolo minimalista y delicado ayudaría a conectar con ese público femenino, utilizando a nuestro favor las líneas curvas para representar a la mujer, síntesis gráficas de emprendedoras y burbujas de perfil con cuadros de texto a manera de chat. Todos estos elementos nos dieron como resultado la unificación de un símbolo moderno y fácil de aplicar en diversos formatos.
A pesar del poco tiempo de desarrollo, logramos el impacto que nos establecimos. Creamos una identidad de marca con una receptividad muy gratificante para el cliente, además de un universo gráfico orgánico, fácil de reconocer, armonioso y muy enfocado en el público objetivo.